“En nombre de Dios, ¡detengan esta masacre!” Así de contundente se mostraba el papa Francisco en el segundo domingo de Cuaresma. Los Maristas de Champagnat también queremos unirnos al grito del Papa y, particularmente, al clamor de millones de personas que padecen el horror de la guerra. No sólo nos unimos a este clamor desesperado, sino que también queremos dar pasos concretos para estar junto a nuestros hermanos y hermanas que sufren.

El papa Francisco, en su mensaje tras el rezo del Ángelus el pasado día 13, era claro en su propuesta: “Ante la barbarie de la matanza de niños, inocentes y civiles indefensos… lo único que hay que hacer es poner fin a la inaceptable agresión armada…”. Sí, unámonos a quienes piden el cese de todo tipo de violencia. Unámonos a aquellos, cristianos y personas de buena voluntad, que trabajan para que termine lo antes posible el drama de la guerra, de la violencia y del sinsentido. Unámonos a personas anónimas y a organizaciones para ayudar lo antes posible y del modo más efectivo. En el mundo Marista, especialmente en Europa, estamos encontrando respuestas proféticas y decididas para ayudar. Propuestas de personas, familias, centros y comunidades concretas. Propuestas organizadas por nuestras Unidades Administrativas, bien como iniciativas propias, bien sumándose a otras congregaciones o instituciones.

Siguiendo la invitación del papa Francisco, ya se ha dado un paso al frente y se está acogiendo a refugiados. Miles de niños, mujeres y ancianos están abandonando el horror de la guerra. La respuesta Marista ya está respondiendo a las necesidades concretas de personas que han tenido que huir: acogida en comunidades maristas, apertura de locales, campañas de recogida de dinero y de materiales de primera necesidad, ofrecimientos de colaboración, etc. Las 5 Provincias Maristas de Europa ya están respondiendo a esta emergencia, así como nuestras ONG. Grecia, Portugal, Bélgica, Rumanía, Italia… la lista de presencias Maristas que se están movilizando crece cada día. Hermanos y laicos, Maristas de Champagnat, no podemos olvidar que “en los refugiados, Cristo está presente” y “El Señor Jesús te espera en cada uno de ellos” (Regla de Vida, 32).

Responder audazmente

Hoy seguimos llamados a hacer realidad la 5ª llamada del XXII Capítulo General: “Responder audazmente a las necesidades emergentes”. Estamos llamados a hacerlo personalmente y como Instituto, como congregación y en colaboración con otras instituciones eclesiales y civiles. Estamos llamados a apostar decididamente por defender la dignidad de quienes sufren. Estamos llamados a dar respuesta a las llamadas de niños y jóvenes en las periferias, y posiblemente no haya mayor periferia que la producida por la guerra. Y es que “los niños pobres son la razón por la que existimos y para la que fuimos creados”. También nuestras Constituciones nos recuerdan esta llamada a responder (52) tal y como Marcelino ya hizo en su tiempo (59).

Queremos aprovechar estas líneas para agradecer a todos los Maristas de Champagnat que ya os habéis movilizado, individualmente o en grupo. Una ola de solidaridad que se siente y se vive en todo el Instituto, como familia global. Estos días, en la Conferencia General, se siente cercanía con quienes sufren las dolorosas consecuencias de la guerra, tanto en Ucrania como en otros lugares del mundo.

Oración por la paz

El papa Francisco nos pide específicamente a todas las comunidades, diocesanas y religiosas, que aumentemos “nuestros momentos de oración por la paz”. Te invitamos a que, cuando leas estas líneas, dediques unos minutos a rezar por la paz. Te invitamos a promover un momento de oración por la paz, con tu familia, con tu comunidad, con tu grupo cristiano. Así pues, actúa y reza, ¡ora y colabora!

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H. Ángel Diego – Director del Secretariado de Solidaridad